Su construcción en materiales sólidos los hace resistentes a golpes y vibraciones, permitiendo su uso en espacios públicos sin riesgo a roturas o caídas accidentales. Además, estos tubos no provocan interferencia en radio frecuencia, no generan ruidos molestos, parpadeos ni intermitencias ni contienen químicos peligrosos o contaminantes. Se utilizan para iluminar espacios grandes como almacenes, escuelas, naves y oficinas, entre otros.